50 años de uno de los mejores discos de la historia del rock: Wish you were here de Pink Floyd.
El 5 de junio de 1975 Roger Waters, David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright estaban encerrados en el estudio intentando acabar el que iba a ser el nuevo disco de Pink Floyd. Y eso que era el día de la boda de Gilmour.
Lo cierto es que no estaba siendo una tarea fácil: había que superar el exito del anterior, el descomunal “Dark Side of the Moon”. Y ya no contaban con Alan Parsons para producirles. Y la tensión entre Gilmour y Waters por el liderazgo de la banda era patente.
Aquello que acabaría rompiendo el grupo años mas tarde.
También pesaba el recuerdo del amigo que ya no estaba. Del primer líder de la banda, que los había conducido al principio por el camino de la psicodelia. Me refiero al genial Syd Barrett, cuya mente había quedado atrapada por las drogas.
Entre canciones dedicadas a la industria musical, como “Have a cigar” o “Wellcome to the machine”, dos temas del nuevo disco estaban dedicados a su antiguo compañero. Una, la que le daba título, “Wish you were here”, un canto de amistad y recuerdo al compañero que ya no estaba con ellos.
La otra era una larguísima suite de ocho partes que quedaron divididas entre la cara A y la cara B del disco: “Shine on you crazy diamond”. Una maravilla que se abre con una introducción aportada por Gilmour y con frases como “nadie sabe donde estás ahora, cuan cerca o lejos”.
Brilla, diamante loco.
Y entonces, aquel 5 de junio, mientras mezclaban precisamente esta canción, el grupo recibe una visita. Desde el otro lado del cristal, un tipo obeso, rapado, con cejas afeitadas, les observa. Waters no sabe quien es. Mason cree que es un amigo de Gilmour.
Pero es él. Es Syd.
El grupo queda impactado. ¿Que pasó con aquel chico guapo, de mirada hipnótica y pelo rizado? Hubo emoción y lagrimas. Pero tambien fue un reencuentro. Comieron juntos, sacaron las guitarras, escucharon las canciones.
Y en un momento dado, Syd se fue sin despedirse.
El disco salió a la luz el 12 de septiembre de 1975: hoy hace cincuenta años. Y el resto es historia. Con portada de Storm Thorgerson, habitual de AC/DC o Led Zeppelin, el disco, aunque poco valorado por los críticos, fue un exito de ventas.
Y también escondía el proceso de destrucción interna de un grupo de amigos que cada vez lo eran menos. Y el recuerdo a quien estuvo con ellos al principio.
Espero que os haya gustado esta historia. La he contado también en Instagram en forma de publicación. Si andáis por allí, os agradecería que me siguieras, que tenía descuidada esa red. 😉
Puedes verla (y seguirme) en este enlace —- Wish you were here en Instagram
Por cierto, ya falta poco para empezar la quinta temporada, intentaré hacerlo la próxima semana (si todo va bien). ¡Os informo por aquí!






